miércoles, 2 de enero de 2008

El arte califal cordobés

Bóveda de la maxura de la mezquita de Córdoba

Córdoba llegó a ser durante la época del Califato la ciudad más importante de occidente, alcanzando la cifra de más de 250.000 habitantes. León, la capital del reino de León, tenía 7.000 habitantes.

La Córdoba califal era una de las ciudades más populosas del mundo islámico y la más importante de Europa occidental. El corazón de la ciudad era la medina, que tenía su propia muralla, levantada sobre la ruina de la muralla romana. En su interior se encontraban la Mezquita mayor, el alcázar, el zoco y los baños públicos, además de un eficiente sistema de alcantarillado.

Era una de las ciudades con más habitantes en el mundo, la más grande de Europa. En Córdoba había centenares de mezquitas, baños públicos y magníficas bibliotecas particulares, que demostraban el amor de los árabes al conocimiento. Tenía grandes edificios y bellos jardines. En Córdoba abundaban las casa de dos pisos, si bien existen registros que hablan de la existencia de edificios públicos de tres o más pisos. Entre todos sus edificios destacaba la mezquita mayor. Sus artesanos y orfebres eran famosos en toda Europa por la calidad de su trabajo.

Los 21 arrabales que tenía la ciudad se extendían más de 20 kilómetros fuera de las murallas de la medina, lo que creaba el espacio para las más de 80.000 tiendas y talleres de artesanos que poseía, en los que se vendían toda clase de productos. La ciudad tenía también un próspero mercado de esclavos, y algo que resultaba único, un mercado de libros, lo que no se podía encontrar en las demás ciudades de la Europa Occidental de la época.

Como el resto de las ciudades musulmanas, Córdoba era toda ella un gran mercado. Los comerciantes y los artesanos abrían sus tiendas en la calle, en un estrecho y animado corredor que se extendía por casi toda la ciudad (zoco), y ofrecía a sus clientes productos elaborados por ellos mismos o traídos de todo el mundo. Las sedas y otras mercancías valiosas se guardaban en la alcaicería, un gran edificio de varios pisos que servía a la vez de almacén y de hospedería para los viajeros.

La actividad comercial era controlada por el Saib al-Suq (el Señor del Zoco), que vigilaba la cantidad de los productos, comprobaba los pesos y las medidas, y castigaba los fraudes. También se ocupaba de hacer cumplir los preceptos y los deberes religiosos y de mantener el orden y la limpieza en los mercados y lugares públicos.

En Córdoba había más de 600 baños públicos, reservados a los hombres por la mañana y a las mujeres por la tarde. Además de la higiene personal, los musulmanes cuidaban mucho su aspecto y utilizaban todo tipo de perfumes y tintes. En los baños también se presentaban estos servicios.

Los cordobeses eran grandes bibliófilos y muchas personas se dedicaban a copiar manuscritos para las numerosas bibliotecas públicas y privadas de la ciudad. La del califa al-Hakam II llegó a tener más de 400.000 libros, en los que se condensaba todo el saber de la época.

En el siglo X, Córdoba se convirtió en el centro de una cultura refinada, protegida por el califa, que abarcaba todas las ciencias y las artes. Al-Ándalus estaba culturalmente unida a Bizancio y Oriente, y su riqueza atraía a intelectuales de todo el mundo conocido.

La capital del Califato, Córdoba, se convirtió en la capital de la actividad intelectual para todo el Occidente. Como resultado, todos los europeos que querían obtener conocimientos científicos y técnicos debían acudir a Córdoba. Entre los conocimientos que se buscaban en la ciudad, se incluían las matemáticas y la medicina, así como las técnicas para producción de papel y vidrio.

El monumento más sobresaliente es su Mezquita, construida durante los siglos VIII al X. Es un monumento único en Europa por sus características. Es un edificio fascinante con casi un millar de columnas. La ciudad palatina de Medina Azahara, situada a las afueras de Córdoba, completa el conjunto arquitectónico más impresionante de la época califal en nuestro país.

Fuente: educared


Para conocer el arte califal y disfrutar de sus edificios más representativos existen multitud de recursos en internet. A continuación podéis ver una selección de los mismos:

Arte califal en Andalucía y Toledo

La mezquita de Córdoba (muy interesante, con una visita virtual para que podáis disfrutar "in situ" de este excepcional monumento).



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