miércoles, 6 de mayo de 2009

Comentario de El éxtasis de Santa Teresa, de Bernini


Esta es la obra mas conocida del escultor Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) situada en la iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma. Fue encargada por la familia Cornaro.

En la obra destacan dos figuras; empezando por la izquierda, nos encontramos con un ángel que sonríe pícaramente después de haber clavado en el corazón de la santa una flecha de amor cristiano. Éste luce una especie de manto con multitud de pliegues, en su mano derecha porta la flecha que acaba de utilizar y también luce dos hermosas alas en su espalda.

A su lado podemos divisar a Santa Teresa en pleno éxtasis; con la boca entreabierta y los ojos cerrados que hacen que el rostro transmita una sensación de mezcla entre dolor y placer. Su cuerpo parece caerse pues sus brazos y piernas están flácidos, ella luce un exagerado manto lleno de pliegues que dan la sensación de hacerlo muy pesado, y bajo éste encontramos un cúmulo de vaporosas nubes que flotan bajo ella.

Sobre las dos figuras caen diversos rayos realizados con bronce que nos dan la sensación de ser rayos de luz que proceden del sol que alumbra a los personajes. Rodeando el conjunto escultórico se encuentra un decorado marco.

A su vez toda la composición nos hace acordarnos de estar viendo una representación teatral en la que el centro de la escena es el conjunto que forman el ángel y la santa. Alrededor, en las paredes laterales, se encuentran divididos en balcones los distintos miembros de la familia que le encargó esta preciosa obra (la familia Cornaro); ya que querían aparecer en ésta, Bernini originalmente los colocó en palcos como si de una actuación teatral se tratase observando éstos lo que estaba ocurriendo en escena.

En la obra podemos apreciar el rostro exagerado de la santa como es típico en la escultura italiana barroca. La multitud de pliegues que forman sus ropajes hacen que se aprecien contrastes de claroscuro. También consta de diferentes puntos de vista y como bien se puede apreciar las figuras están en plena acción transmitiéndonos movimiento. Están realizadas en mármol blanco, aunque presenta contrastes cromáticos entre los diferentes materiales. También presenta un acabado pulido en algunas zonas y muestra rugosidad en otras.

CONTEXTO HISTÓRICO

El término “Barroco” se acuñó, con sentido peyorativo, a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. Su carácter despectivo le venía dado por su recargamiento y complicación decorativa, siendo un estilo muy criticado hasta finales del siglo XIX. A partir de ahí empezó a ser un arte con características propias, que supone una reacción frente al racionalismo renacentista y continuación del Manierismo.

En su desarrollo influye la Iglesia de la Contrarreforma en la que los papas son los mecenas. La iglesia católica renovará la iconografía e impondrá el gusto por las composiciones aparatosas, para expresar su superioridad frente a la herejía protestante.

Como arte cortesano, el Barroco se pone al servicio de los monarcas absolutos, que encargan la construcción de grandiosos palacios. Este arte busca emocionar al pueblo y persuadirlo de que la monarquía es la mejor forma de gobierno. Es un arte con una finalidad propagandística evidente.

Hay dos etapas: el Barroco pleno (1630-1680) y el Barroco tardío (hasta 1750).

Comentario realizado por Berta Riverson Camacho, 2º Bachillerato D

jueves, 19 de marzo de 2009

Comentario de La Primavera, de Sandro Boticelli

Nos encontramos ante una de las obras más bellas y que mejor definen el estilo de su autor: Botticelli. La técnica utilizada es el temple y el soporte la tabla, como era típico en el Renacimiento. Se trata de un tema mitológico, que está integrado por los siguientes personajes: la diosa Venus que se encuentra en el centro, y arriba se forma una especie de aureola, a su izquierda las Tres Gracias, que bailan alegremente cerca del dios Mercurio, (guardián del jardín de Venus) y a su derecha se encuentran Céfiro y su esposa, la ninfa Cloris, un poco más adelante aparece Flora y encima de la cabeza de Venus, aparece volando un ángel, sin duda Cupido. Los personajes se sitúan en un bosque de naranjos.

Se trata de una obra idealista, aunque los personajes presenten rasgos muy naturalistas apreciables sobre todo en las facciones y en los cabellos, pero el paisaje es bastante idealista y los cuerpos carecen de naturalismo. Por otro lado, se trata de un cuadro en el que se aprecia un fuerte dinamismo, pues todas las figuras parecen estar agitadas, esto se aprecia especialmente en los cabellos y en los mantos que cubren los cuerpos de las Tres Gracias, así como en los vestidos de los demás personajes. En este cuadro desaparece totalmente la rigidez, para dar lugar a unos rostros nostálgicos, como el de Venus y Flora, otros más tiernos como los de las Tres Gracias, mientras que Mercurio tiene un rostro más entusiasmado, y Cloris y Céfiro se miran mutuamente con amor. A pesar del detallismo que este autor emplea en las figuras, esta minuciosidad desaparece respecto al paisaje, el cual es bastante sencillo, además tampoco le interesa la perspectiva ni la profundidad, pues la pintura es bastante plana. La luz es nítida, la cual alumbra todas las partes de la obra. También podemos apreciar los contornos de las figuras, definidos con una línea negra, la mayoría de estas líneas son curvas que oscilan como ondas. Por último cabe señalar que en esta obra predominan los colores claros, aunque sin excluir los tonos más oscuros y brillantes.

El autor de esta obra es Sandro Botticelli, pintor del Quattrocento. Es un pintor de una sensibilidad exquisita, al que como se puede apreciar claramente en esta obra no le interesan las conquistas técnicas, se podría decir que su concepción de la pintura es más poética que científica o matemática. Opta por las figuras humanas, dejando el tratamiento del paisaje en un segundo plano. Domina en él la vocación de dibujante de líneas deliciosas, que oscilan como ondas. Estas figuras suelen aparecer agitadas por el movimiento y con rostros meláncolicos. Al final de su vida se acentuará el dramatismo en sus obras: colores intensos, movimiento exaltado, contenido moralizante…

Esta obra pertenece al arte renacentista, que se desarrolla principalmente en Italia, en los siglos XV y XVI. Con la llegada de este nuevo arte se produce una vuelta a las formas clásicas, siendo de nuevo el hombre el centro de todas las composiciones. En este periodo destaca la figura del humanista, quien posee una amplia variedad de conocimientos, como es el caso de Leonardo da Vinci. En esta época también nace la crítica del arte, que da lugar al surgimiento de tratados de arquitectura, pintura y escultura. Por su parte el papel del artista cobra importancia y es respetado y venerado por todos. Por último tampoco debemos olvidar el papel de los mecenas, que son los protectores de los artistas y que en muchos casos financian las obras. Destaca la familia de los Médici.

Comentario realizado por Rocío Esperanza Pérez Martín
2º Bachillerato D

lunes, 16 de febrero de 2009

Comentario de El Patio de los Leones, de La Alhambra de Granada

Arquitectura.

El patio de los Leones es el espacio central del Palacio de los Leones, situado en la Alhambra de Granada. El palacio constituía una de las estancias privadas de la familia real.

Predomina la horizontalidad debido a las 124 columnas que forman el pórtico que rodea todo el patio, en sus lados menores el pórtico se adentra en el patio y en sus cubiertas hay dos pequeñas cúpulas de madera. Está construido a escala humana.

La planta del patio es rectangular de crucero, con cuatro canales que dividen el patio en cuatro partes, que simbolizan los cuatro ríos del reino musulmán. En el centro del patio se sitúa la fuente de los Leones, tallada en mármol, que actualmente está en proceso de restauración. La fuente está constituida por una base octogonal con inscripciones a su alrededor, esta base se sostiene sobre doce esculturas de leones por cuya boca mana agua, son poco realistas como es característico de esta época, esta fuente da nombre al patio. El agua era fundamental para los musulmanes ya que venían del desierto donde el agua es escasa. Los leones de la fuente son de una construcción anterior, datada en el siglo XI, pertenecían al palacio de un visir judío y fueron regaladas al sultán por representantes de la comunidad judía.

Es una arquitectura adintelada. Las cubiertas del pórtico son a dos o más aguas al exterior.

Los elementos sustentantes son prácticamente las columnas características del arte nazarí. Los arcos que se sitúan entre las columnas son arcos peraltados y de mocárabes.

Los canales de la fuente se dirigen a las cuatro estancias que rodean el patio; en los lados mayores se encuentran la sala de Dos Hermanas y la sala de Abencerrajes, en sus lados menores están las sala de los Mocárabes y la sala de los Reyes.

La decoración es muy abundante, podríamos decir que existe horror vacui en la decoración. Las columnas son muy características debido a la abundante decoración que contienen; tienen una pequeña basa a la que le sigue un fino fuste con anillos en la parte superior, el capitel puede ser de distintos tipos. Las columnas eran de mármol blanco. Sobre las columnas se levantan los arcos con abundante decoración, de diferentes tipos: ataurique, mocárabes… que en su tiempo estaban pintados.

Los materiales utilizados en su construcción son argamasa, estuco, ladrillo, yeso, mármol, cerámica y madera.

Los vanos son numerosos, ya que los huecos que hay entre las columnas permiten el paso de la luz.

El conjunto de la Alhambra data del siglo XII cuando Mohammad I fijó allí la residencia de los reyes nazaríes. El autor es desconocido, de estilo Hispanomusulmán.

Contexto histórico.

La civilización islámica tiene su origen en una nueva religión predicada por el profeta Mahoma en la primera mitad del siglo VII. Se comenzó a extender por Siria, Persia, Egipto…

Durante la expansión, los musulmanes van adoptando los elementos artísticos propios de cada pueblo. Con el tiempo el arte irá adquiriendo unas características definidas que lo dotarán de una gran personalidad.

El Corán no prohibía la representación de figuras pero era conocido que se tomaron medidas primero contra las representaciones de Dios y luego con otras representaciones. Se daba el horror vacui; ningún espacio sin decoración.

La derrota almohade en las Navas de Tolosa evidenció el empuje de los reinos cristianos y resquebrajó el poder musulmán. Poco después el reino nazarí de Granada se va a convertir en el más poderoso de Al-Ándalus, surgiendo alguna de las obras artísticas más sobresalientes del arte islámico. Es una vuelta al arte suntuoso del primer momento y supone una reacción frente a la austeridad del arte almohade. El arte nazarí reúne las siguientes características: sobriedad de los exteriores frente a unos interiores con abundante decoración; los materiales empleados son muy variados, en general pobres, pero la decoración hace olvidar la pobreza de estos materiales; abundante presencia de fuentes y jardines; los arcos más utilizados son los peraltados y de mocárabes; las columnas son muy estilizadas, con finísimos fustes y esbeltos capiteles; y usan colores vivos para pintar toda la decoración.

Comentario realizado por Miguel Ángel Peláez Laíno

2º Bachillerato D