lunes, 22 de octubre de 2007

La historia de Akhenatón


Busto de Akhenatón

Una de las personalidades más curiosas del antiguo Egipto es la del faraón Amenofis IV (1372-1354 a.C), llamado posteriormente Akhenatón. Cuando subió al trono con la edad de 15 años, ya demostró que era diferente, pues era partidario del pacifismo y dejó de lado la política militar que había sido tan defendida por sus predecesores. Pero la tarea a la que dedicó prácticamente todas sus energías fue la implantación -efímera- de una nueva religión, monoteísta, lo que le haría pasar a la historia de Egipto como "el faraón hereje."

En realidad, la nueva religión no era del todo desconocida. El culto a Ra, el dios del sol, había sido muy popular durante el Imperio Antiguo, donde era representado como una figura masculina con cabeza de halcón. Sin embargo, durante el Imperio Nuevo, y especialmente con la dinastía XVIII, ese culto había perdido importancia frente al del Amón, cuyos sacerdotes habían alcanzado un enorme poder político y religioso.

Lo que se propuso Akhenatón fue una especie de depuración de ese mismo culto solar. Concibe a Ra como un espíritu puro, que recibe la denominación de Atón, y desde ese momento es representado no como un hombre, sino como un disco rojo. Esto conllevaría una serie de cambios en el culto. El faraón se nombra a sí mismo sumo sacerdote de Atón, despojando de su hegemonía al sacerdote de Amón, que hasta entonces había sido la personalidad política y religiosa más importantes después del faraón. El descontento del clero de Amón y de muchos funcionarios de la corte no se hizo esperar. Enojado, Akhenatón decidió entonces romper de raíz con todo lo anterior a él, suprimiendo los cultos a otros dioses y mandando destruir sus imágenes. Como la persecución fue especialmente fuerte en el caso de los sacerdotes de Amón, algunos historiadores han querido ver en esa "reforma" un intento de acabar con la supremacía de la casta sacerdotal y devolver al poder real su carácter absoluto. El siguiente paso es el abandono de la capital, Tebas, por parte del faraón y toda su corte, y la construcción de una nueva ciudad en Tell el-Amarna, 325 km al norte de Tebas. Él mismo cambia su nombre de Amenofis IV por el de Akhenatón, que significa "servidor de Atón".

Aunque la nueva religión tenía aspectos muy positivos -como la popularización del culto, que ya no depende de los sacerdotes, y la consideración de todos los hombres (excepto el faraón) como iguales- la nueva religión no llega a arraigar en el espíritu egipcio. A la muerte de Akhenatón, su yerno Tutankamon "hizo las paces" con el todopoderoso Amón y su clero, y volvió a instalar la capital en Tebas. Con la llegada al poder de la XIX dinastía, Akhenatón pasa a ser considerado un criminal y un hereje, y su nombre se borra incluso de las listas reales. Amón brilla ahora con más fuerza que nunca.

Busto de Nefertiti, esposa de Akhenatón

La revolución que supuso esta época también dejó su impronta en el arte. Nunca se hicieron obras tan realistas de un faraón y su familia como durante el reinado de Akhenatón. Por otra parte, la actitud cariñosa en que el faraón aparece junto a sus hijas dio lugar a un arte poético y naturalista que aún hoy es capaz de emocionarnos. No volveremos a encontrar nada parecido en el resto de la historia egipcia.


Relieves de Akhenatón con su familia adorando a Atón

A través de las imágenes que tienes arriba, intenta explicar algunas de las diferencias que presenta el arte de la época de Akhenatón en comparación con el de otros periodos de la historia egipcia. Algunas pistas:

- Expresión

-Idealismo o naturalismo

- Estatismo o movimiento

- Simetría

- Proporciones

- Visión rectilínea, en el caso de los relieves

5 comentarios:

Antonio Areté dijo...

Y así fue, las imágenes del faraón y su familia (creo recordar que Nefertiti era su esposa) aún siguen siendo sorprendentes hoy en día por el paso que esto significó, de la absoluta divinización a lo cotidiano.

Saludos. Antonio

Anónimo dijo...

Estas obras son más naturalistas que las de épocas anteriores que son más idealistas.
En su expresión podemos apreciar, especialmente en una de ellas "relieves de Akhenatón con su familia adorando a Atón" algún sentimiento de ternura al aparecer sus hijos. También podríamos decir que tienen alguna sensación de movimiento, aunque muy poca, sin embargo todas las obras de anteriores periodos de la historia egipcia son totalmente estáticas. En ellas no apreciamos ningún tipo de simetría, en cambio en las anteriores son simétricas.
De las proporciones podemos decir con son realistas, ya que representa a los hijos de menor tamaño y a los padres de mayor tamaño, pero en periodos anteriores eran representado faraones y dioses de mayor tamaño que todas las demás personas.
La visión rectilínea no se aprecia en estas obras.

Anónimo dijo...

Durante la vida de Amenofis IV las imagenes adquieren una mayor esbeltez,son más realistas.Desprendez su rigidez y los rasgos son más naturales que en las épocas anteriores.

Anónimo dijo...

Las obras que se presentan pertenecen al Imperio Nuevo.En las imágenes el rostro de Akenatón y el de su esposa Nefertiti desprenden la rigidez y el hieratismo que se representeba en las épocas anteriores.En especial en los "relieves de Akenatón con su familia adorando a Atón" se aprecia un sentimiento de ternura hacia sus hijas. Las imágenes adquieran mayor esbeltez y rasgos más realistas, ya que durante el reinado de este faraón las artes plásticas se hacen más naturalistas, representando incluso lo feo y lo desagradable.
Las figuras son dinámicas, al contrario que en épocas anteriores que eran estáticas.En ellas no se aprecian la simentría. Las figuras son más naturalistas que en épocas anteriores ya que tanto el faraón, que en épocas anteriores aparecía representado en tamaño superior que el resto de las figuras (excepto los dioses), como su mujer e hijas aparecen representadas en tamaño real, al igual que los demás egipcios. En estas obras se aprecia la visión rectilínea (el ojo, los hombros y el tronco vistos de frente, y la cabeza y las extremidades de prfil) al igual que en las obras de épocas anteriores.

Anónimo dijo...

Estas obras pertenecen al Imperio Nuevo.
Es la primera vez que una obra refleja la vida familiar de un faraón, ya que se puede apreciar a Akenatón con su mujer Nerfertiti y sus dos hijas de forma cariñosa.
Estas obras son más naturalistas que la de épocas anteriores, ya que se puede ver a Akenatón realmente como es,con su extraño cuerpo.
Se puede apreciar también
movimiento,aunque poco.
Según la expresión adquieren una mayor esbeltez y se desprenden de la rigidez y el hieratismo de épocas anteriores.
No se ve ningún tipo de simetría.
Según la proporción se puede decir que es realista,ya que se representa de mayor tamaño a Akenatón y Nefertiti, y de tamaño menor a sus hijas.
Se aprecia claramente la llamada visión rectilínea,ya que los ojos,los troncos y los hombros se ven de frente, y las cabezas y las extremidades de perfil.